jueves, 13 de mayo de 2010

La histeria sobre rieles



Llega a las salas de cine de Venezuela la película SubHysteria, un experimento interesantísimo, donde el cine guerrilla y la técnica improv se consiguen. 2 condiciones delicadas de manejar, aunque de alguna manera, los venezolanos parecemos expertos en ambas materias: trabajar con las uñas e ir improvisando sobre la marcha. Y no lo digo de manera despectiva, lo digo por lo echados pa' lante y osados que podemos ser. La premisa de SubHysteria la conocemos: 16 personas atrapadas en un vagón del metro de NY, totalmente aislados. Los actores se medio conocen, pero no saben lo que va a pasar en el rodaje, sólo tienen algunos datos para poder empezar la historia. Nadie está seguro de hacia donde va a ir.


SubHysteria es presentada como una peli venezolana, pero principalmente porque el equipo de realizadores es de este terruño, aunque la  mayoría vive en la Gran Manzana. Si bien participan Rebeca Alemán, Elaiza Gil, Héctor Palma e Isabella Cascarano, todos actores venezolanos, no son los que tienen la mayor presencia en pantalla.
Una película improv planteada en una situación extrema, inevitablemente lleva a momentos de caos, que a veces llega a aturdir, otras a asfixiar, otras veces es desconcertante. Obvio, es un vagón de metro. Tratar de agarrar el metro a las 6.30am en Capitolio produce algo parecido. Pero acá vemos una serie de joyitas, por ejemplo, un predicador cuya esposa falleció hace 10 años y desde entonces su mundo se vino abajo, un grupete de venezolanos que van a un concierto, una pareja de lesbianas que van a terapia de parejas, un chico medio comeflor que va en camino al hospital porque su pareja está en labor de parto, una prostituta que ofrece servicios "extremos", una pareja de recién casados y vírgenes, una obsesiva-compulsiva...
De acuerdo a comentarios escuchados en el pre-estreno, la cosa iba más o menos así, en cuanto a las actuaciones y personajes más apreciados: mujeres todas enamoradas del personaje Ariel (Osvaldo Benavides, el famoso "Nandito" de la novela de Thalía "María la del Barrio", jiji), un tipo noble y conciliador; el predicador, interpretado por Brian Schlanger, un personaje con montones de conflictos y muy convincente; la inevitable empatía cuando se escuchaban frases venezolanísimas en medio del caos.





Lo que no gustó tanto: lo exagerado de algunas reacciones y de personajes como el de la obsesiva-compulsiva , que la escena del "picnic de chicas" fuese tan largo, que los venezolanos no tuvieran más tiempo en pantalla, la falta de desarrollo de algunas historias. Y con sus aciertos y fallas, considero que es un experimento valiosísimo y arriesgado. Una obra para criticar y aprender. La creación es un acto de libertad, que además se agradece cuando llega con humildad. ¡Felicitaciones a TODO el equipo y elenco de SubHysteria!





Y como agregado especialisímo, SubHysteria se hizo acompañar de El Señor, en realidad, del corto Jesús TV, dirigido por Gastón Goldmann y Héctor Orbegoso Rivera. Una pieza sin pérdida, divertida y muy bien lograda. Ojalá sigamos viendo combos de largos y cortos en todos nuestros cines. Como debe ser.

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